Amy

Invitado

Amy Davis

Datos personales

Nombre: Amy
Apodo: Am
Raza: Humano
Lugar de nacimiento: Inglaterra
Fecha de nacimiento: 20 de Septiembre de 1997
Profesión: Ladrona profesional

¿Cómo eres?

Descripción física:
De ojos color café, y contexturas pequeña.
Amy, tiene la desgracia de ser de esas personas que comen kilos y kilos de comida y no engordan. Según ella es un karma que la atosigó durante toda su infancia y adolescencia. Hasta que le encontró la veta productiva.
Lleva el cabello media melena y su color es un castaño claro con algunos reflejos rubios.
Marcas físicas identificativas:
Una mancha de nacimiento en la nuca, con forma de fresa.
Carácter/Personalidad:
Es callada, le gusta tantear el terreno donde se mueve, por eso muchos la creen tímida pero no lo es. Prefiere pasar desapercibida que ser el centro de atención. No tiene una gran autoestima sobre sí misma. No se cree linda, ni mucho menos algo importante.
Le gusta vivir en lugares pequeños, acogedores y sencillos.

Otros datos…

Habilidades: Escabullirse, perderse entre la multitud. Meterse en lugares pequeños.
Armas favoritas: Su puño derecho, o sus rodillas.
Pasatiempos:
Gustos y Odios: Le gusta disfrutar de los momentos de paz y tranquilidad. Odia, el tener que mudarse constantemente de cuidad y no poder usar corpiños.
Canción favorita: Sara Bareilles - Hold My Heart
Frase favorita: “Soy inusualmente difícil de conservar”

Historia

Su madre murió durante el parto, puesto que no tuvo la ayuda médica necesaria ya que estaban en medio del Desierto de Sahara cuando entró en trabajo de parto.

Su padre, un arqueólogo obsesionado con la búsqueda del verdadero Santo Grial, la hizo recorrer toda Europa desde su primer año de vida. Vivió en campamentos, motor home, autos, y algunos hoteles de mala muerte.
Aprendió a escavar mucho antes que a escribir, y es por eso que hoy en día odia todo lo que tenga que ver con la arqueología y sus derivados.

No tiene profesión, solo hace trabajos por encargo. Gracias a su pequeña contextura la suelen llamar para entrar a museos, aunque muchas veces ha entrado a mansiones, castillos y demás viviendas. El único requisito que impone a sus empleadores es poder quedarse con el botín que no les sirve a ellos.

Gracias a esos botines hoy tiene una fortuna en diversos bancos del mundo, pero mantiene su bajo perfil. Aprendió que cuanto más desapercibida pase, mejor le va con el negocio.

Lamentablemente, una noche algo salió mal y un mes más tarde se despertó en una ciudad llamada Vojvo, con solo lo puesto, una bolsa con sus documentos y unos billetes en el bolsillo.

¿Cómo mierda llegó ahí?
¿Qué hace en un pueblo en medio de la guerra?
Y la pregunta que más la asusta ¿Por qué no le entregó esos documentos al tipo que la contrató?

Invitado

Aceptado