Invitado
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 | Tema: La historia comienza así...  Dom Mayo 20, 2012 9:23 pm | |
| La situación en la tierra ya es insostenible.
La humanidad es un antro de perversión y maldad, infestada de demonios corruptos y de seres humanos ansiosos por dejarse corromper.
Las fuerzas celestiales creen que ya es la hora. La hora de juzgar a justos y pecadores y que cada uno reciba lo que se merece. Es el tiempo de la purificación del mundo.
Es tiempo del Apocalipsis.
Para traer el evento de una vez por todas, los Cuatro Jinetes deben ser liberados. Pero ni ángeles ni demonios conocen el lugar de reposo de estos poderosos seres. Cuando Adán y Eva fueron expulsados del Paraíso, El Todopoderoso Señor de los Cielos envió a los Jinetes a un descanso en un lugar oculto sólo conocido por Él, hasta que llegara la hora de ser despertados para que traigan al mundo el Juicio Final.
Ya han pasado más de dos milenios desde que el Hijo de Dios entregó su vida por los pecados de la humanidad, y nada ha cambiado. Al contrario, todo ha empeorado. La raza humana es un cúmulo de corrupciones, pecados, tentaciones y destrucción. La bondad, el amor, el perdón, no tienen lugar en este mundo.
Es por esto que los Ángeles han llevado a cabo un concilio en dónde la decisión fue unánime: solicitar a Dios el permiso para despertar y traer a los Cuatro Jinetes, y con ellos, al Apocalipsis.
Y su deseo les fue concedido.
Pero nada es tan fácil como lo parece.
No son los Ángeles quienes deberán llevar a cabo esta misión, ni tampoco los demonios, quienes seguramente querrán impedirlo buscando a los Cuatro Jinetes para destruirlos.
Son los propios seres humanos, la creación más perfecta e imperfecta de Dios, a quienes les corresponde cumplir con esta tarea.
Al haber sido dotados de libre albedrío, son ellos mismos quienes deciden su futuro con cada decisión que toman en su vida. Por eso serán ellos mismos quienes traigan, o logren evitar, el Juicio Final.
Ángeles y demonios poblarán la tierra intentando llevar a los humanos por la senda del bien o del mal. Y a su vez, ellos mismos serán tentados por el otro bando para unirse a su causa.
El momento decisivo se acerca.
Tú, ¿de qué lado estás?
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